
El viento despeina
las laderas de las montañas,
bañadas por las frescas aguas del río
que rodea la legendaria población,
en la hermosa sierra de Albarracín.
La ventisca invade el silencio
de las calles medievales,
del antiguo poblado color rojizo
de origen musulmán,
rompiendo el tranquilo sosiego
que reina en tan bello lugar.
La famosa torre del andador
de origen musulmán,
enviaba señales a la torre blanca,
avisando la llegada del enemigo.
El castillo de construcción cristiana,
frente histórico de numerosas batallas,
una de las mas inquietantes
la de D. Pedro de Azagra, señor de Albarracín,
se hizo fuerte con sus vasallos,
frente al ataque de Pedro III de Aragón,
quien rodeó las murallas del castillo
y mantuvo en continuo asedio a los refugiados,
que tuvieron el valor de aguantar durante un año,
comiéndose los perros y caballos que tenían,
y solo cuando se quedaron sin alimentos,
se entregaron al enemigo.
La famosa leyenda de la torre blanca,
de origen cristiano,
refugio de doña Blanca,
quien huyendo de su vil marido
al sentirse descubierta,
prefirió arrojarse al río
desde lo alto de la torre,
y morir antes que volver con su esposo,
su cuerpo quedó enterrado para siempre,
su alma sigue habitando la torre blanca,
y la imagen de su espíritu
al llegar la noche
baja a bañarse al río....
© RMC 25-11-2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario