sábado, 26 de diciembre de 2009

DEDICADO A LA MUJER DEL VIEJO PIANO



Tenia 10 años de edad, cuando tuve la ocasión de ver nacer mi verdadera vocación, con el paso tiempo se durmió en mi corazón como olvidada, despertando por primera vez el día que observé a John Lennon cantar su canción Imagine mientras tocaba el piano, afloraron los recuerdos que de niño llegaron a mi alma, cuando en directo escuchaba sonar un viejo piano, manipulado de forma magistral por una mujer ciega de mi pueblo, situado a 4 km de Gandia.

Ocurrió en una casa grande, antigua, cuyos propietarios al morir la donaron a la Iglesia y al pueblo, la casa llevaba tiempo deshabitada, nada mas entrar tenia habitación a su parte derecha y otra a su parte izquierda, en su lado izquierdo había un viejo piano, todas las tardes acudía la mujer ciega para disfrutar de su gran vocación, que me transmitió mientras observaba como lo manipulaba, desde aquellas tardes, siempre lo he llevado en mi corazón, aflorando con fuerza estos días como una asignatura que quedó pendiente, tiempo después la casa se habilitó con una maquina de discos, billar, ping pong y servicio de bar para la gente joven de la población se llamó “El Centro”.

Hoy he querido dedicar un verso a la mujer que me transmitió la vocación de tocar el piano y me hizo delirar escuchando sus sonidos, no se si mi dedicatoria le llegará por algún medio, ya no sé nada de ella, ya será muy mayor pero aquí tienes mi homenaje, te imagino vestida de gala, sentada ante su flamante piano, para volver a vibrar con tan bellos recuerdos, mientras tu haces sonar la música, yo te leo el verso y luego lo canto:




Tus dedos se deslizaban con total soltura,
pulsando las teclas del majestuoso y viejo piano,
moviendo tu tacto con sublime precisión,
dando la sensación
de que las teclas bailaban solas,
como impulsadas por una maestría astral....


A mis 10 años escondido en un rincón,
sin mas luz que la entrada
a través de la entreabierta puerta,
envuelto entre el silencio y las sombras
mi silueta parecía la de un fantasma escondido,
atónito, escuchaba tus hermosas melodías,
que dulcemente a mis oídos iban llegando
nacidas de tu excelente arte musical....


Tu ceguera no impedía
que al atardecer sonara el piano,
y tus melodías fueron llegando a mi alma,
tus letras envolvían el ambiente como una brisa,
que llegaba a cada rincón de la casa
con perfecta sintonía....


Cada atardecer,
sigilosamente entraba en la casa
para delirar con tu música,
desde mi oscuro y silencioso rincón,
recuerdo aquella tarde en pleno concierto
paraste la música de golpe,
tu mirada se dirigió
hacia la posición que yo me encontraba,
en el mas absoluto silencio
contuve mi respiración,
hasta que el concierto se reanudó....


Han pasado ya muchos años, perdí el contacto,
para volver años después envuelto en un sueño,
que aflora al llegar la noche,
para volver a delirar con tu melodía ancestral,
que una tarde llegó a mi corazón
y en un rincón se guardó para siempre,
el paso del tiempo permitió
volver a encontrarme a mi mismo....


© RMC 25-12-2009


Safe Creative #0912255197186

No hay comentarios:

Publicar un comentario